Ya es de noche y ella me espera, está allí en mi habitación favorita, puedo oirla, no es que me esté llamando muy gratamente, la noto de hecho, un poco agitada, puede ser por las correas que la atan a la camilla, en fin, me muevo hacia ella, tiene los ojos abiertos al extremo, pero no puede decir nada, tomé la precaución de taparle la boca con un trapo grueso que encontré por ahí, ahora precoederé a tomar mi jeringa, espero que esta vez la inyección si haga un efecto positivo, ya se me está acabando el espacio para almacenar cuerpos, sigamos, bien, la aguja entró limpiamente en sus venas y el liquido azul corre ahora por ella, si esta vez no fallo, probablemente no muera de manera tan inmediata, ups, algo está pasando, sus venas se están brotando, primero las de sus sienes, después las de su cuello, y ahora las de sus brazos, no puede ser, creo que esta vez volverá a pasar, traeré de nuevo el trapero para limpiar el desastre que quede.
Al final sus tejidos no aguantaron la presión sanguinea, su piel se abrió y dejó escapar un estallido de sangre, así es, sus venas literalmente explotaron y ahora mi suelo está repleto de liquido morado, supongo que es la mezcla de sangre con mi formula, ya saben, azul y rojo dá morado, pero esta bien, creo que esta chica duro algunos segundos mas que las otras, voy bien, lento pero avanzo seguro, lo que me preocupa sigue siendo el poco espacio que me resta para guardar los cuerpos, algúno de estos días tendré que arrojarlos a la calle.